jueves, 20 de agosto de 2009

Los Mecenas, un gran apoyo a los artistas.



El encuentro con mi arte y mecenas:

En aquel jardín que daba a la Plaza de San Marcos mi mecenas fundó la escuela para favorecer en su taller a jóvenes inclinados a la escultura y así le pidió a Ghirlandaio mandarle aquellos chicos para "formarlos de manera tal que me honren a mí y mi ciudad".

Ghirlandaio mandó varios muchachos, entre ellos a Francisco Granaccio y a mi, Miguel Angel Buonarrotti.

Pronto comencé a "picar piedra" y en una de esas me puse a imitar con un pedazo de mármol una cabeza antigua que representaba a un fauno viejo, todo arrugado al que le faltaba un pedazo de nariz y su boca reía.

Yo, que nunca había tocado el mármol ni cinceles, logré imitarla muy bien; casi perfectamente.

Lorenzo, mi mecenas, en uno de sus acostumbrados paseos por el jardín, miró la cabeza y "quedó pasmado", observando una cosa que no había en la cabeza antigua: la sonrisa.

Yo, en un golpe de inspiración, le había abierto la boca, hecho una lengua y puestos a la vista de todos los dientes.

Lorenzo, en son de burla afable, me dijo: "Deberías saber que los viejos no tienen nunca todos los dientes y que siempre les faltan algunos".

Habiéndose retirado "el Magnífico", le rompí un diente al fauno y le agujere la encía.

Lorenzo regresó al jardín, miró la cabeza del fauno y su dentadura incompleta y la encía lacerada, y "se echó a reír".


De allí en adelante recuerdo que mi mecenas contaba la anécdota muerto de la risa y pronto hizo de mi objeto de sus favores, otorgándome casa, comida y un salario de cinco escudos mensualmente.

Yo solo tenía 16 años de edad en ese entonces.

Mi mecenas:

Lorenzo de Médici (en italiano Lorenzo de´ Medici), también conocido como Lorenzo el Magnífico (Florencia, 1 de enero de 1449 - Careggi, 9 de abril de 1492). Príncipe de Florencia, mecenas de las artes, banquero, poeta y filósofo renacentista, perteneciente a los Médici Cagaggiolo fue gran patrocinador en su época de las artes representativas, en parte es por ello que algunos estudiosos lo proclamamos como uno de los "padrinos del renacimiento", en aquel tiempo fundó el llamado "jardín de escultura", con el cual pretendía revivir el arte de la escultura casi extinto en Florencia, en este jardín dio enseñanza gratuita en el proceso de esculpir a los más talentosos aprendices de los talleres del momento, entre ellos a mi, y fue allí donde realizé varias de mis primeras obras en mármol como La Virgen de las Escaleras y La batalla de los centauros.

Para maestro en el jardín de escultura, Lorenzo contrató a Bertoldo, antiguo aprendiz del famoso escultor Donatello, quien a su vez fue aprendiz de Ghiberti, Bertoldo a pesar de su avanzada edad nos enseñó el arte de esculpir el mármol, entre ellos obviamente a mi, lo cual me dio las bases necesarias para revivir la escultura en Florencia.





Miguel Angel 2009