martes, 24 de junio de 2008

La Inquisición

Diario



-1252, julio 2: Hoy fui enviado en una misión a tratar de combatir la herejía en el sur de Francia. No se cuanto tiempo estaré ahí, ni cuantos herejes se encontrarán , pero debo cumplir la voluntad de Dios y ayudarlos a volver al buen camino. Me enviaron como inquisidor, lo cual es un enorme orgullo ya que fui nombrado por el mismo Papa. Sólo son nombrados dos, así que eso me da una enorme responsabilidad que cumplir. Desde el año 1231 son usados inquisidores para combatir la herejía en reemplazo de los obispos por lo que esta labor no será muy fácil. También van en este viaje dos notarios y cinco asistentes para así poder tomar nota de lo que pasa y enviar un informe detallado del tipo de herejía de esta zona. Nos acompaña un escuadrón de la policía por si se vuelve violenta la situación, ya que de esta gente todo se puede esperar. Deberíamos llegar mañana por la mañana a nuestro destino.
-1252, julio 3: Este pueblo es realmente deprimente, casas mal construidas, calles sin pavimentar, gente sucia y mal educada y ni siquiera una iglesia en construcción lo que dificulta más mi labor. La gente nos mira mal cuando nosotros en verdad traemos su salvación, nos ven como si fuéramos el mismo Satanás. Nos quedamos en una choza miserable ya que el monasterio no tiene las condiciones necesarias. Mañana iré a la plaza central y estableceré el Edicto de Gracia (15 días para confesar) para que los culpables confiesen su herejía y reciban castigos menores. Gracias a la policía y soldados armados el proceso será más expedito y los herejes confesarán más rápido y terminaré mi labor en menor tiempo.
-1252, julio 8: Han sido días muy agotadores y casi sin resultados. Alrededor de 7 o 8 personas confesaron sus fechorías y no se les tuvo que juzgar ni condenar, si esto sigue así, deberemos empezar el proceso de inquisición. En este pueblo las personas no ofrecen mucha cooperación y creo que desean que nos vayamos de aquí. No entiendo este pensamiento ya que deberían estar agradecidos de que vamos a perdonar sus pecados y darles el perdón de Dios. Espero que recapaciten y comiencen a cooperar con el proceso.
-1252, julio 13: Es increíble, nadie ha querido confesar. Mañana comenzaremos con las acusaciones a los sospechosos de herejía. El Papa Inocencio IV autorizó el uso de la tortura este año, así que las confesiones no serán problema.
-1252, julio 14: Se supo en el pueblo que comenzarían las acusaciones por herejía y ha llegado por la mañana y la tarde una enorme lista de acusaciones escritas por las mismas personas del pueblo en contra de otras personas. Hemos revisado la lista y concluido que muchas personas en este pueblo son culpables de herejía. Se ha reunido a los clérigos y laicos para que formen el consejo y nos den el veredicto al terminar las acusaciones. Me gusta este procedimiento, ya que el acusado no sabe quien lo acusa y se evitan represalias. Estos acusados ya no recibirán derecho de asilo por cobardes y mentirosos. Deberían haber confesado.
-1252, julio 15: Han empezado las acusaciones y mi labor como inquisidor me pone en la cabeza de ésta. La policía fue a buscar y traer a todos los acusados aquí ya que ni uno quiso seguir con los requerimientos. Al llegar al lugar del proceso de inquisición se les obliga a hacer un juramento y responder a todos los cargos en su contra. Se les embargan sus bienes para que puedan pagar el proceso. Durante el proceso uno de ellos comenzó a gritar y decir blasfemias diciendo que era inocente pero fue callado por la policía. Esta persona fue acusada por dos testigos de blasfemias en contra de Nuestro Señor Jesucristo. El Consejo lo declaró culpable y mañana se realizará el Sermo Generalis (Auto de fe) en contra del culpable.
-1252, julio 16: Día muy lento. El acusado fue condenado a un suplicio público y a cargar una cruz. Duro, pero justo para los pecadores.
-1252 julio 22: Se han enviado los informes de nuestro avance en ente pueblo del sur. Espero que el Pontífice esté complacido de nuestro progreso. Mañana empezaremos un nuevo juicio en contra de una mujer que es acusada de actos de adulterio y pecado de carne.
-1252, julio 24: Este juicio me ha mantenido extremadamente ocupado. La mujer fue vista con un hombre que no era su marido haciendo actos satánicos, ofreciéndole su alma a Satanás por la lujuria del momento. La mujer se puso a llorar durante su acusación rogándome que no la declarara culpable. Pero al no querer confesar su herejía no me quedó otra opción que encerrarla en prisión hasta que confiese. Privada de alimentos, claro.
-1252, Julio 28: Pasaron tres días y la mujer no ha confesado. Habrá que someterla a una tortura hasta que confiese. No durará mucho.
-1252, julio 29: Después de dos horas de ser torturada comenzó a gritar, llorar y confesó todo de lo que se le acusaba. Su cuerpo estaba cubierto de sangre y heridas. Mañana se realizará el Sermo Generalis para ver su castigo.
-1252, julio 30: La mujer fue condenada a una peregrinación. Es algo muy bueno para que una pecadora así, limpie su alma y vuelva al camino del señor.
-1252, agosto 2: Me acaba de llegar un mensaje avisándome de que nos iremos de este pueblo en una semana. Al fin, ya no aguantaba más este horrible lugar alejado de la civilización.
-1252, agosto 4: Un juicio más. Un matrimonio es acusado de crímenes en contra del prójimo. El marido inculpó a su esposa y viceversa. Las pruebas eran casi irrefutables. La policía encontró libros del Islam en su casa y también un gran número de testigos los culpó. Pero como ninguno asumió la culpa y el proceso de confesión es largo y tedioso, el consejo debido a sus crímenes en contra del cristianismo y Nuestro Señor Jesucristo, los condenó a ser ahogados para purificar sus almas.
-1252, agosto 5: Me rogaron de rodillas que no llevara a cabo la sentencia, me ofrecieron todos sus bienes y posesiones, pero la voluntad de Dios debe llevarse a cabo. Ambos fueron amarrados de pies y manos y lanzados al lago. Es la voluntad de Dios.
-1252, agosto 9: El carruaje acaba de llegar y estamos a minutos de irnos. Espero haber realizado una buena labor como inquisidor. El Pontífice debería estar complacido con mi labor al librar al mundo de los herejes y salvar a las almas pecadoras de su castigo eterno. Los policías me llaman. Me devuelvo a la civilización. ¡Gracias a Dios!

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